Mientras dábamos un paseo por la playa una amiga con iniciación en el Segundo nivel de Reiki me hizo la siguiente pregunta:
¿Cómo le doy Reiki a una persona inquieta?
Yo me quedé en silencio unos segundos, recordando las palabras de una lectora que unos días antes me hacía la misma pregunta.

Me habló de su madre, una mujer de casi 90 años con algunos problemas de salud.
Como complemento al tratamiento médico que recibe la madre y con su consentimiento intentó darle Reiki, pero al parecer la señora no se quedaba quieta durante la sesión.
Me comentó también que en casa de su madre siempre ha sentido un «ambiente pesado cargado de energías densas».
Después de escucharla respondí su inquietud compartiendo mis experiencias, como siempre dando sólo mi opinión.
Sesión de Reiki al aire libre
En primer lugar le sugerí hacer la sesión de Reiki fuera de la casa de su madre, en un sitio completamente distinto, incluso al aire libre ya que cuenta con una camilla de Reiki plegable.
Me dijo que ya lo habían intentado y que no habían tenido buenos resultados.
Reiki a distancia
Entonces le recordé que con su Segundo Nivel de Reiki podía enviar Reiki a distancia:
- Técnica de la fotografía
- Técnica de reducción
- Técnica del sustituto
- Técnica del voluntario
- Técnica de la rodilla
Finalmente decidió utilizar con su madre la técnica de la fotografía.
A diario realizaba la sesión mientras su madre tomaba una siesta. Así lo hizo durante una semana completa.
A la semana siguiente visitó a su madre, la encontró mucho mejor y más relajada, con «otra luz en su cara» me dijo.
¿Tienes experiencias parecidas?
Si deseas compartir tus palabras por favor déjalas en un comentario, estoy seguro que todos podríamos aprender más cosas con tu aporte.
Muchas gracias.
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